jueves, 22 de octubre de 2009

Decepciones

¿A qué sabe la decepción? ¿Alguien lo sabe? Yo sí. Sabe amarga. Demasiado amarga. Pero no sé al 100% si todas las decepciones saben igual. Supongo que no. porque tampoco todas las decepciones lo son. Se puede sentir esa sensación de decepción cuando tu equipo de fútbol pierde, cuando una película no es lo que se esperaba... Pero hay más tipos de decepción. Hay decepciones realmente amargas. Decepciones que duelen, de esas que no esperabas. A lo largo de toda existencia tenemos muchas decepciones, unas mayores que otras. Pero cuando esas decepciones llegan, no se ven. O al menos en ese instante. Sin embargo, tras varios segundos, uno empieza a sentir un vacío en su interior. Las piernas están pegadas al suelo, pero se tambalean. Las manos tiemblan, un escalofrío recorre toda la espalda y un extraño sabor se pega en las papilas gustativas. ¿Un extraño sabor?. Sí, el sabor amargo de la decepción. Es entonces cuando ya no hay vuelta atrás. Ya no sé que hacer. No se me ocurre una manera para que una decepción desaparezca con su amargo sabor. Ni me imagino cuáles deben ser las técnicas para olvidarla. Y me gustaría saberlo. Necesito la respuesta, la receta. Si alguien lo sabe, puede contactar conmigo.
Estaré deseosa de escuchar el orden a seguir.
Hasta entonces... Decepción y yo seguiremos paseando juntas, muy a mi pesar.

eras la razón de todo.

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