Me gustaría saber recoger las ideas que llegan tan de improvisto, meterlas en un bote y cerrar bien, para evitar que cuando no quiero, se escapen sin saber a dónde irán.
Será porque no hay memoria suficiente para retener aquello que no es útil o eso que lo es en menor medida.
O simplemente que cuando quiero, no puedo.
O simplemente que cuando quiero, no puedo.
Que pasa un pájaro y a la mínima desaparezco o no me encuentro.
Así estoy yo.
Así estoy yo.
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